Un pueblo de chocolate

Este fin de semana he estado en Estepa, para ver un pueblo palestino de chocolate. El viaje duró una hora aproximadamente.
Cuando llegué fuimos a la fábrica de la Estepeña que es donde estaba el pueblo palestino de chocolate que íbamos a ver.
En la entrada había un letrero que ponía La ciudad de chocolate. Cuando entramos nos quedamos asombrados pués era un pueblo entero hecho de chocolate. Tenía arcos, cisnes, una cascada y un río hecho de miel, fuentes de cereales, coco rallado,

piñones...¡ Estaba para comérselo !
Mientras que lo  mirabamos se acercó una mujer vestida de Papá Noel,que nos regaló un chocolate y dijo que los que quisiéramos ir a ver la fábrica que fuéramos con ella. Salimos a la calle y entramos por otra puerta para ir a la fábrica. Cuando entramos nos impresionó lo grande que era y la de personas que trabajaban allí. Olía muy bien, había muchas máquinas, unas cintas que llevaban los mantecados al horno que era enorme, con unos círculos uno encima de otro donde se colocaban los mantecados para hornearlos.

Había varias empaquetadoras con distinto papel donde entraban los mantecados, alfajores, mazapanes... y salian envueltos.Luego, una vez empaquetados ,los metían en cajas y los hombres los colocaban en palets para luego almacenarlos y listos para vender.

Luego en otra parte de la fábrica vimos una cadena de trabajo, según me dijo mi madre. Había una mujer que colocaba una bandeja, las dos siguientes colocaban dos mantecados distintos cada una, otras dos depués y lo mismo hasta llegar al final donde una máquina las empaquetaba y las metían en cajas.

Dentro de la fábrica había una parte donde vendían todos los productos que allí se hacían. Y claro todo el mundo pica, nosostros nos llevamos dos figuras de chocolate una para mi hermano y otra para mí. También compramos hojaldrinas de chocolate por fuera y por dentro, mazapanes para mi abuela Pepa y hojaldrinas rellenas de naranja para mi abuela Carmen.
Después cuando acabamos nos fuimos a comer a un restaurante llamado "Restaurante Bar Hueso" donde comimos muy bien.

¡ Y de vuelta a casa. ! Y el domingo a disfrutar de las compras.

Nos gustó mucho esta visita, y os animo a que si podéis vayais a verla.

 

Sara García Marín