miércoles, 12 de enero de 2011

NAVIDADES EN AUSTRALIA




Estas Navidades he hecho un viaje espectacular: he tenido la oportunidad de viajar a Australia, la tierra de mis tíos y primos.

Hemos hecho muchas cosas divertidas de las cuales cada una tiene algo especial.

El día que llegamos, el 23 de diciembre fuimos a una casa enorme con un jardín extraordinario donde vimos un mar de luces de Navidad: había renos, duendes, muñecos de nieve y estrellas, todos hechos con luces y en una parte del jardín una pista de patinaje con niños patinando, todo también de luces.

En Noche Buena fuimos a la iglesia y estuvimos presentes cuando llegaron los Reyes Magos montados en camellos de verdad (porque, claro, en Australia hay un desierto). Vimos como los camellos se levantaban e iban hacia la puerta de la iglesia donde volvieron a sentarse con la ayuda de unos pajes. ¡Fue impresionante!

Dos días después de llegar, que sería el 25 de diciembre, abrimos los regalos y Papá Noel me regaló la Wii.

En Noche Vieja fuimos a una fiesta donde había unas 50 personas, de las cuales algunos eran adolescentes y había también dos niñas. Por parte de los adolescentes cinco chicos, primos y hermanos entre ellos, tenían una banda formada y nos cantaron varias canciones, en las que bailamos alocadamente.

Un día fuimos en barco a una isla donde nos bañamos en el océano y les dimos de comer a los delfines que nadaban en su hábitat natural. En la playa había muchísimas estrellas de mar y pude cogerlas y hacerles unas cuantas fotos.

Otro día fuimos a “Lone Pine” que es un parque donde hay animales típicos de Australia como, por ejemplo, los koalas y canguros. Ahí me hice una foto cogiendo en brazos a un koala bebé y también les di de comer a los canguros. Vimos también muchas ovejas y perros que las guiaban.

Como llovía tanto, a pesar de ser verano, y no sabíamos qué hacer, fuimos a patinar sobre hielo con mis primos. Otro día fuimos con unos amigos con cuatro coches de 4x 4 por la playa y cogimos coquinas muy grandes. Uno de los últimos días

fuimos a la playa, en la Gold Coast, donde estuvimos en otro parque y les dimos de comer a unos pájaros de muchos colores que se llaman “lorekeets”; son como pequeños loros y hay miles. Mi madre y yo hicimos un recorrido por los árboles en medio del bosque y fue justo cuando estábamos acabando que encontramos a una madre canguro con su pequeño y mi padre, que estaba abajo, lo acarició.

Durante el viaje de vuelta, que es un viaje muy largo en avión, dormí mucho y también vi muchas películas. Nos paramos en una ciudad llamada Dubai y vi muchos rascacielos y la torre más alta del mundo.

Cuando llegamos a casa me llevé una gran sorpresa que no me esperaba: encontré regalos que habían dejado los Reyes. Y explico por qué fue una sorpresa: antes de salir de viaje no pude entregarle la carta a los Reyes y en Australia le pedí a Papa Noel que se la entregara de mi parte, pero no me esperaba que tuviera tiempo para hacerlo.

DIANA ANTHEA PEÑA SCIARRETTA 3ºA




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